Google se prepara para conquistar
una nueva dimensión: la estratosfera. La compañía californiana ha revelado este
sábado que ha lanzado 30 globos aerostáticos de alta tecnología desde
la Isla South en Nueva Zelanda que están diseñados para llevar Internet a
lugares donde la gente no tiene acceso.
El experimento, denominado Proyecto Loon,
pertenece al equipo de investigación secreto de la compañía, Google X, de donde
han salido productos como los coches auto conducidos y las Google Glass. Las
imágenes cedidas por la compañía muestran un globo flotando, misterioso y
transparente sobre unas montañas nevadas.
"Es muy
pronto, pero el objetivo de este plan consiste en un anillo de globos -como una
malla- que viajará por el borde del espacio y está diseñado para que Internet llegue
a la gente que vive en zonas rurales, remotas, o que sufran un desastre natural
-cuando las infraestructuras de comunicación existentes se vean afectadas- supliendo
los vacíos de cobertura", ha explicado Google en un comunicado.
La compañía californiana estima que dos tercios
de la población mundial no cuentan con una conexión rápida y asequible, por lo
que a pesar de que el experimento suena a ciencia ficción, si finalmente es
exitoso, el proyecto podría marcar una gran diferencia para los más de cuatro
mil millones de personas en el planeta que no tienen acceso a la Red
El líder del
proyecto, Mike Cassidy, ha dicho que "si tiene éxito, la tecnología podría
permitir a los países evitar gastar dinero en la instalación de
cables de fibra óptica". "El poder de Internet es quizá una de las
tecnologías de nuestra era con mayor poder para transformar", ha añadido,
según informa AP.
"Una vez los globos son liberados por la
estratosfera, a una altura superior a los 18.300 metros, viajarán a una
velocidad y altura dos veces mayor que la de los aviones comerciales",
continúa Google. La altura se vigila desde Loon Mission Control y se está
usando un software especial para controlar que las ráfagas de viento que formen
una red alrededor del globo viajen en la dirección correcta, según la compañía.
Para ello, la empresa ha utilizado datos de la Administración Nacional Oceánica
y Atmosférica de Estados Unidos.
La envoltura superpresurizada de los globos está
fabricada con láminas de plástico de polietileno y miden más de 12 metros de
diámetro cuando están inflados. Están diseñados para mantener un volumen
constante y ser más duraderos que los globos meteorológicos. Además, cuentan
con antenas de frecuencia de radio de alta tecnología especializada, según
Google, y su velocidad de red es comparable al servicio de 3G.
Proyecto Loon:
antena instalada en los hogares para recibir la señal de los globos.
En tierra, las
estaciones con enlace de Internet ubicadas cada 100 kilómetros que transmiten
la señal a los globos, permitirá que esta viaje de artefacto a artefacto. Cientos de
personas se podrán conectar al mismo tiempo. Los usuarios contarán con una
antena en sus casas con la que podrán recibir y enviar información a los globos
que vuelen por encima de sus hogares.
Además, los
artefactos incluyen instrumentos de motorización remota para controlar las
condiciones climatológicas y permitirles hacer un seguimiento tipo GPS que
funciona mediante paneles solares que almacenan el exceso de energía para poder
operar durante la noche. Cada uno cuenta con un paracaídas en el caso de que se
necesite desconectarlos o derribarlos.
"Va a ser difícil divisar los globos con el
ojo humano, excepto durante su lanzamiento", ha continuado Google. Cada
uno cubrirá un área de servicio de unos 1.250 kilómetros cuadrados, dos veces
el tamaño de la ciudad de Nueva York. La orografía -elevaciones que puedan
existir en una zona en particular- no es un desafío para la señal.
El primer paso del
experimento
Las primeras personas que están probando el
sistema son los residentes desde la zona de Christchurch hasta partes de la
región de Canterbury, en Nueva Zelanda, y los globos están volando alrededor
del Paralelo 40 sur -a 40° grados al sur del plano ecuatorial terrestre-, según
la compañía.
Se han seleccionado alrededor de 60 personas que
cuentan con una antena fija de Internet en sus casas para poder conectarse a
esta red WIFI. El primer ministro de este país, John Key, ha sido el encargado
de desvelar el experimento, según la CNN. La presentación oficial se
desarrollará mañana domingo en el Museo de la Fuerza Aérea de
Christchurch.
La primera persona que ha tenido Internet
mediante esta nueva tecnología ha sido Charles Nimmo, un agricultor de la
región, según informa AFP. Nimmo ha explicado que ha tenido acceso durante 15
minutos antes de que el globo volará fuera del rango -un radio de unos 40
kilómetros-. "Ha sido extraño, pero ha sido emocionante formar parte de
algo nuevo", ha añadido este agricultor que vive en la pequeña ciudad de
Leeston (Nueva Zelanda).
En cualquier caso, puede pasar mucho tiempo
antes de que los posibles usuarios se conecten a Internet en otros lugares del
planeta a través de este sistema. Según la página web del Proyecto Loon, la
tecnología todavía se encuentra en su fase inicial y "se cree que serían
necesarios de 300 a 400 globos para completar el anillo a nivel mundial".
No ha transcendido cuánto ha costado el proyecto.
"La idea puede sonar un poco loca -es más,
Loon es alocado en inglés- pero la ciencia que hay detrás es sólida", ha
dicho Google. "El siguiente paso podría ser lanzar el próximo año un
anillo de globos en la misma latitud que Nueva Zelanda para sí ampliar la
cobertura en países como Australia, Sudáfrica y Argentina", ha asegurado a
la misma agencia Richard DeVaul, miembro del equipo técnico de Google.
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